El auto es uno de esos lugares dónde seguro que has tenido sexo con tu amante. De camino a casa, cuando vuelves de la disco, un domingo en el campo...siempre hay un buen lugar para parar y disfrutar de tu chico al máximo.
Si ya no sabes qué posturas sexuales hacer dentro de un vehículo, ¡no te preocupes! En Cosmo estamos en todo y hemos pensado que te podría venir bien una pequeña guía con las posiciones sexuales que más placer te darán.
Empezar a besarse y sin que lo espere móntate encima suyo en el asiento del piloto. Dile que mueva el asiento hacia atrás, para tener un poco más de espacio. Seguro que, el simple hecho de hacerlo en la parte delantera os pone a 1.000.
Ponte en la parte de atrás del auto apoyando tus manos en la bandeja trasera. Curva tu cintura todo lo que puedas para que tu chico tenga capacidad de movimiento detrás de ti.
Ahora ¡un poquito de parte trasera! Dile a tu chico que se ponga en el asiento del medio, súbete encima de él dándole la espalda. Para poder llevar el ritmo y la profundidad de la penetración agárrate a los dos cabeceros de los asientos delanteros para controlar el impulso.
El abrazo amoroso es una postura de lo más sensual. El caso es que estes uno frente al otro, da igual si no conseguís abrazaros con las piernas (según que tamaños de coche puede resultar imposible). Lo importante es conseguir contacto visual e intimidad en la pareja, ¿te animas?
¡Una de amazonas! Pídele a tu chico que tumbe un poco el respaldo del asiento para que puedas tener más espacio. Súbete encima de él y empieza a cabalgar, ¡¡¡se derretirá!!!
Y si queres aprovechar hasta la última esquina del auto, abri la parte de atrás del maletero y toma una posición cómoda, eso sí ¡cuidadín con la puerta!
En la parte de atrás o en la de delante, ¡el caso es que puedas abrazar, besar y mirar a tu amante! Además, en esta postura tu pareja podrá acariciarte el clítoris y tú podrás controlar el ritmo y la profundidad de la penetración.
¿Estás en buena forma? Proba esta posición sexual en la que él debe estirarse a lo ancho del asiento trasero y tú subirte encima como si hicieras una sentadilla, ¿difícil? ¡Vale la pena!