Ocho cosas que nunca tenés que hacer en la web cuando te excediste en los festejo

Utilizar la computadora con algunas copas encima seguramente no ponga en riesgo tu vida, pero sin dudas puede derivar en grandes papelones

Revista JOY

A continuación, 8 cosas que desaconsejamos hacer en Internet si tomaste demasiado.

1. Responder mails laborales
Por más te que creas capaz de hacerlo, desistí. Nadie va a creer que sos tan responsable como para estar pensando en procesos administrativos a las tres de la mañana. Definitivamente, una mala idea.


2. Chatear con miembros de tu familia
El hecho de que tu tío viva en Europa y aparezca on line a las 5 de la mañana no es motivo suficiente como para preguntarle si hace mucho frío en Frankfurt.


3. Cambiar la contraseña de tu casilla de mail
De todo lo que vas a olvidar de esa noche, el recuerdo que más querrás recuperar es el momento en que decidiste que tu nuevo password fuera "quierootrahamburguesa".

4. Usar tu tarjeta de crédito
No compres ese disfraz de marciano para la fiesta de disfraces de la semana que viene. Y no: no es necesario suscribirte a otros tres sitios porno.

5. Describir tu nivel de intoxicación en tu status
Ya todos te vieron bailando ridículamente. Y muchos más te verán cuando comiencen a circular las fotos. No hace falta que, encima, se lo recuerdes a toda la comunidad, actualizando tu estado con errores de ortografía.

6. Mandarle un mail a tu ex
Esto es peor aún que mandarle un mensaje de texto. Mientras en el SMS tenés un espacio limitado, en un correo electrónico podés llegar a escribir cualquier barbaridad, como "besás mucho mejor que tu hermana".

7. Reenviar mails graciosos
Esto se dejó de hacer en 2001 y es una costumbre que no es bueno retomar, menos aún cuando tu estado de ebriedad no te permite discernir lo engorroso que es recibir un mail de 14 megas.

8. Descargar pornografía
OK: te morís de ganas por ver ese video chancho de Kim Kardashian, pero si estás tan desesperado, pagá por él cuando estés sobrio. En ese estado, vas a llenar tu PC de virus ¡Por algo inventaron el streaming!

Anécdota: un día llegue medio borracho al trabajo, y con el coraje que eso implica, y me levante a la recepcionista!! estaba buena la mina, tenia novio y todo... nunca hubiera pasado sin esas copas de  más!!! a veces ayuda el alcohol... solo aveces....

Cuándo un amante irrumpe en la pareja?

Puede ser sólo un histeriqueo "inocente" o hasta tratarse de una relación paralela; ¿qué es lo que verdaderamente se está buscando cuándo nos fijamos en un tercero?


Por Juan Yesnik
Especial para RevistaOHLALA.com


El amante está siempre ahí, esperando el momento en que uno decida encontrarlo. El amante está presente en las fantasías o en el flirteo histérico de quien juega sin consumar el acto. Puede aparecer y desaparecer al término de "una noche desmemoriada". Puede llegar a quedarse por unos días o extender su estancia hasta tener horarios fijos y, con suerte algún "bonus" sorpresa, más allá del "horario de almuerzo", las "horas extras", del "fútbol con amigos", la "cena con las chicas" o de tantos otros malabares de agenda.

El amante está casi siempre a disposición y es poco frecuente que venga con demandas o exigencias. Es que el amante no parecer tener compromisos, solo la "obligación" de cumplir con ciertas "insatisfacciones".

Nadie pretende, al menos en esta nota, cuestionar la figura de quien decida tener un amante ni, mucho menos, de quien se precie de tal. Tampoco es que vayamos a fomentar la idea. Tal vez hoy esté bueno sentarse a pensar si necesitamos tenerlo o, al menos, si lo deseamos, pero a conciencia.

¿Por qué tenés un amante o te gustaría tenerlo? ¿Qué tipo de amante creés necesitar? ¿Cuándo es conveniente romper con las leyes de la legalidad y avanzar, cada día, con menos miedos y culpas? ¿Es la adrenalina de lo prohibido lo que enciende y sostiene la pasión?

Buscar un amante implica, en las generales de la ley, salir en busca de quien pueda paliar una lista de "faltas o ausencias" que, en cada caso, pueden ser muchas o pocas y tan precisas como confusas o inconscientes? ¿Qué es lo que te esta haciendo falta o te gustaría "completar"?

En la mayoría de los casos, solemos otorgarle al amante una serie de "superpoderes", propios de los cuentos de hadas o de ciertos dibujos animados. En tan solo dos horas (o mucho antes) nuestros "superhéroes del sexo y la pasión" parecen poder llevarnos a descubrir nuevos paraísos o hacernos quemar en el mas fogoso de los infiernos. En verdad, no hacen más que ayudarnos a escapar de esa vida a la que decidimos poner en la columna de lo "oficial" o "bien visto" (¿por quién?).

No es que ya sea hora de ir sacando conclusiones (cada cual le dará a esta nota el final que considere oportuno), pero si es bueno ir consensuando algunas situaciones universales o, al menos, bastante comunes en el mundo de los amoríos y de las trampas.

Hay un grupo de hombres y mujeres que buscan un amante porque es más fácil y menos comprometido el "delivery" que sostener encendido el fuego del hogar o animarse a escuchar, ofrecer o pedir alguna receta casera. El día que muchos de quienes hoy tienen amantes descubran que lo único que necesitan es decirle a sus parejas lo que verdaderamente desean o necesitan, la satisfacción tendrá un lugar de mayor provilegio en el bando de las "legalidades".

Es cierto que hay muchos otros casos en los que es mas que difícil poder decir o animarse a escuchar. Y hay tanto que perder que "mejor seguir así...mal, pero bien, a la vista de todos" (incluso a la vista de uno mismo, lo que es mucho peor). Son los que suelen tener amantes "más formales o legalizados". Suelen invertir en departamentos después de haber descubierto que los hoteles y los regalitos le han comido la mitad del sueldo.

Están también a los que la figura del amante los ayuda a estimular y sostener la historia oficial. Algunas esposas lo saben (algunos pocos esposos también) pero, muy a su pesar, sacan provecho de la pasión que les viene heredada de la "ilegalidad".

Los "amantes de fantasía" también ayudan a mantener encendida la caldera pasional. Están los creativos que imaginan el escenario y los personajes que quieren jugar y, con solo cerrar los ojos, se programan para la aventura. También, en este rubro, están quienes le hacen creer a sus parejas que hay otros que los desean y que no saben de lo que se están perdiendo (no se imaginan cuantas mujeres se "autoenvian" flores y cuantos hombres se "autoperfuman" o se "automanchan" con rouge la camisa para celar a sus parejas).