Masturbación: trucos sexuales

Masturbación: trucos sexuales La masturbación es algo que todos tenemos en común, pero a cada uno le gusta que le hagan una cosa. Aprende a preparar el terreno para entrar al ataque. Sigue leyendo...

La masturbación es algo natural. Desde pequeños recurrimos a la estimulación de los órganos genitales en busca de placer sexual. No es algo que nos sorprenda, sino que se trata de una práctica sexual común en el ser humano.

Sin embargo, no existe una tabla periódica de elementos que exciten al hombre que tienes enfrente y por eso te planteas cómo se masturba a un hombre o los trucos sexuales para masturbarlo de una manera diferente.

Hay veces que los movimientos inusuales y los roces variados en las partes más sensibles no sirven de nada, otras son los causantes de un multiorgasmo. Entonces, en este punto nos volvemos a preguntar ¿cómo se masturba?. El pene tiene que decir mucho sobre este tema porque a veces, no va al mismo ritmo que su dueño o su dueño desconoce cómo aumentar el placer sexual.


Masturbación con golpecitos

Nuestro consejo es que mientras dure la masturbación alternes con pequeños golpecitos sobre su pene con la yema de los dedos o contra alguna zona de tu cuerpo.

Este es uno de los trucos sexuales que inmediatamente pondrá en marcha los impulsos sexuales de tu chico. Empezará a sentir un cosquilleo desde la columna vertebral que le hará flotar de placer.

Mastúrbale y llega al clímax simultáneo

Muchas veces, una de las cosas que queremos conseguir es llegar al orgasmo con tu chico a la vez. ¿Cómo lo hacemos en la masturbación?, ¿podemos tener un orgasmo al mismo tiempo? claro que sí...

Masajea el cuerpo de tu chico durante 40 minutos y luego su rostro durante otros 10. Después, pasa a la entrepierna. Esto te excitará a ti también y harás que las sensaciones preorgásmicas acaben en un clímax fantástico y, con suerte, simultáneo.

Acaríciale mientras le masturbas

La parte del cerebro que dirige las acciones del pene está muy cerca de la zona cerca de la zona cerebral que se encarga de la sensibilidad en los pies. Por eso, acariciárselos o masajeárselos suele tener un efecto parecido al de , por ejemplo, rozarle delicadamente las ingles.

Desnúdate, siéntate sobre sus muslos y masajéale los pies. Cuando notes que tu chico ha entrado en acción, deslízate sobre su pene. También es una excelente postura kamasutra para ti porque desde esta posición es más fácil estimular tu punto G.

Masturbación para volverle loco

En el sentido técnico, el mejor orgasmo masculino es el que se desencadena tras un aumento gradual y constante del flujo sanguíneo y de la tensión sexual.

Un buen truco sexual: presión en la base del pene y fricción en la cabeza. Muchos hombres lo ignoran, pero las presión aprisiona la sangre mientras la fricción hace que crezca la tensión.

Provócale una erección y luego, rodéale la base del pene con el pulgar y el índice, presionando con firmeza. ¿Y luego qué? Una lengua moviéndose muy lentamente sobre la punta. Le volverás loco con esta manera de masturbarle.

Zonas erógenas masculinas ¡ a exámen !

El pene está repleto de terminaciones nerviosas que habitualmente no son rozadas durante el sexo como, por ejemplo, la parte inferior del borde del glande, llamado corona, la base del pene y ese trocito que está justo detrás del glande y de la piel del escroto. Cuando tu chico esté en erección presta atención a esos puntos y harás que su sistema nervioso se prepare para lo mejor de lo mejor.

Estimular esas zonas erógenas masculinas de alguna forma diferente te llevará al éxito. Mueve tus dedos y tus labios rozándole en estas zonas. Acércate a su pene como si no lo hubieras visto nunca, intensificará la excitación de ambos antes de empezar con la masturbación. Los budistas llamaban a esta técnica "la mente del principiante" y es fantástica para parejas que llevan mucho tiempo juntos.

Al pene le gustará...

Sorpréndele con movimientos inusuales. Por ejemplo, cuando vayas a estimularle el pene manualmente, estira el brazo y, mientras le acaricias, tócale el perineo firmemente con un dedo, de modo que la piel se mueva hacia delante y hacia atrás.

fuente:cosmos

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