¿Para qué existen los límites a las posturas sexuales? En el PataPila creemos que para traspasarlos e ir más allá. Unas veces por diversión y otras por pura necesidad, ya que incluso la vida sexual más apasionada puede llegar a ser rutinaria. Desde que los PataPilas nos propusimos descubrir nuevas posturas sexuales teníamos claro que éstas tenían que cumplir ciertos requisitos: ser increíblemente placenteras, fáciles de poner en práctica con el mínimo esfuerzo e intensamente eróticas para ambos.
Muchas parejas creen que para ir más allá en la cama hay que realizar algo complicado, y no es así. El kamasutra te ofrece un amplio abanico fácil de combinar. El hecho de saltar barreras e innovar se consigue con algo tan sencillo como introducir un elemento inesperado, por ejemplo, algo tan básico como cambiar de escenario. Hemos recopilado las siete posturas sexuales del kamasutra que más se adaptan a estas pautas y les hemos añadido una vuelta de tuerca inédita hasta ahora.
¿Estan dispuestas a vivir una experiencia única al lado, debajo, sobre y con tu chico?
Kamasutra Misionero con Tacones
El misionero es un clásico que nunca puede faltar, claro que también se le puede dar un poco más de vidilla. Ponte unos zapatos de tacón y una falda o un vestido (algo que puedas quitarte fácilmente sin necesidad de descalzarte).
Dile a tu chico que se tumbe encima de ti y rodéale la cintura con las piernas. Recórrele las pantorrillas con la punta de los tacones para que note esa nueva sensación. A medida que los movimientos de la penetración sean más intensos y fuertes, apriétale el trasero con los tacones.
En esta versión el esfuerzo físico se reparte entre los dos, te proporciona mayor control y a él lo mantiene a la expectativa.Puedes indicarle tu nivel de satisfacción presionando los tacones al compás de sus embestidas. O incluso añadir un punto “dominatrix”: si ves que no mantiene el ritmo o la intensidad que deseas, espoléale para motivarle un poco más.
Kamasutra Mecedora
Hacer el amor sobre su regazo es una postura kamasutra muy íntima. Pídele que se siente con las piernas cruzadas y súbete a horcajas abrazándole la espalda con las piernas. Sujétale por el cuello y apoya la otra mano sobre la cama para no perder el equilibrio. Cuando te penetre, mécete hacia delante y hacia atrás, como en un balancín. Este movimiento proporciona un deslizamiento más horizontal en lugar del típico arriba y abajo y será más fácil que su pene acaricie y estimule la parte más profunda de tu vagina. Y eso no es todo.
Desde esta posición, podréis juguetear con la parte superior del cuerpo. Cógele del pelo por la nuca, bésale, lámele y acaríciale el cuello y el pecho y que él haga lo mismo. Disfrutaréis al máximo y estableceréis una gran conexión.
Kamasutra Giro Erótico
He aquí otra idea para cuando estés tumbada boca arriba. Colócate en la cama con las piernas dobladas haciendo que las rodillas toquen tu pecho. Dile a tu chico que te penetre, junta las piernas atrapando su cuerpo y gírate lentamente de modo que te quedes tumbada de lado.
Esta postura kamasutra tiene una gran carga erótica porque técnicamente los dos cuerpos están luchando el uno contra el otro. Este gesto crea una tensión sexual que ninguno de vosotros podrá resistir. Además, desde ese ángulo es más fácil que la penetración sea más profunda y te estimule el punto G. Y, por último, al tener las piernas juntas, tu chico conseguirá una mayor fricción y tú más estimulación sobre el clítoris. ¿Conclusión? El máximo placer para ambos. Este gesto crea una tensión sexual que ninguno de vosotros podrá resistir. Además, desde ese ángulo es más fácil que la penetración sea más profunda y te estimule el punto G. Y, por último, al tener las piernas juntas, tu chico conseguirá una mayor fricción y tú más estimulación sobre el clítoris. ¿Conclusión? El máximo placer para ambos.
Kamasutra de Pie
Nada expresa más claramente el “te deseo ahora” que el no ser capaces de llegar a la cama. Pero, ¿por qué no dar un paso más atrevido y disfrutar de la exhibicionista que llevas dentro? La vuelta de tuerca del clásico sexo de pie consiste en situaros cerca de una ventana, ya que la posibilidad de que alguien desde fuera intuya o perciba en qué estáis ocupando vuestro tiempo libre añadirá picante al guiso que tenéis entre manos.
Apoya la espalda contra la pared, levanta una pierna y rodéale con ella la cintura, esta postura del kamasutra creará un mejor ángulo para la penetración. Además, desde esta posición tu pelvis presionará la suya y conseguirás una estimulación directa sobre el clítoris. Y para rematar la faena, dale sexo oral. Colócate debajo de la ventana para que nadie vea tu cabecita ni sospeche nada.
Kamasutra en el Baño
El calor húmedo es perfecto para relajar los músculos y darle más flexibilidad al cuerpo. Por eso, al contrario que el sexo debajo del chorro de agua de la ducha (que, además, conlleva el riesgo de resbalaros y caeros), hacer el amor en un baño simplemente caldeado por el vaho es más seguro y excitante, ya que proporciona el calor necesario para preparar y relajar los cuerpos sin posibles riesgos colaterales.
Cierra la puerta del baño y abre el grifo del agua caliente durante 15 minutos. Corta el agua y coloca un par de toallas sobre el suelo de la bañera. Colócate mirando hacia la pared e inclínate hacia delante apoyando las manos sobre los azulejos o en la grifería para que no pierdas el equilibrio. Dile a tu chico que te penetre desde atrás. La temperatura del vapor aumentará el riego sanguíneo de todo el cuerpo, incluyendo la zona de los genitales. Eso hará que la penetración sea más fácil y la estimulación más intensa.
Kamasutra Anillo de Fuego
La vibración del anillo multiplicará la estimulación en el clítoris y, además, la presión de la arandela sobre el pene hará que su erección dure más. Utilizar este tipo de juguete es como introducir un vibrador entre las sábanas sin poner en tela de juicio la virilidad de tu chico.
Si quieres una versión más manual, prueba el modelo dactilar Play Vibrations Touch de Durex. Es un dispositivo vibratorio que tu pareja se coloca en el dedo y con el que te podrá acariciar el clítoris mientras tú cabalgas a tu propio ritmo. Siéntate sobre tu chico e inclina la pelvis hacia delante. La vibración del anillo multiplicará la estimulación en el clítoris y, además, la presión de la arandela sobre el pene hará que su erección dure más.
Utilizar este tipo de juguete es como introducir un vibrador entre las sábanas sin poner en tela de juicio la virilidad de tu chico. Si quieres una versión más manual, prueba el modelo dactilar Play Vibrations Touch de Durex. Es un dispositivo vibratorio que tu pareja se coloca en el dedo y con el que te podrá acariciar el clítoris mientras tú cabalgas a tu propio ritmo.
Kamasutra Amazonas
La postura de la vaquera al revés, mirando hacia los pies de tu chico, es una de las posturas favoritas de muchas mujeres, pero en esta versión también tendrás las manos ocupadas. Colócate a horcajadas sobre él y, mientras te deslizas arriba y abajo sobre el pene, acaríciale los testículos. La posición te permite alternar con facilidad las caricias con las presiones más intensas.
Mantén una presión suave sobre ellos y algo más firme en la zona que los rodea. Para llevarle a un orgasmo más explosivo, coge los testículos y dales un pequeño tirón hacia arriba justo cuando él esté a punto de llegar al clímax. De esta forma, le estarás regalando una amplia gama de sensaciones: por un lado tu cuerpo rozando y envolviendo su pene y, por otro, las palmas de tus manos sobre los testículos. Mantén una presión suave sobre ellos y algo más firme en la zona que los rodea. Para llevarle a un orgasmo más explosivo, coge los testículos y dales un pequeño tirón hacia arriba justo cuando él esté a punto de llegar al clímax.
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