Entonces la cuestión es cómo pasar de los 10 minutos de rigor a la maratónica noche de amor sin escalas hasta el amanecer. Bueno, hay algunas cosas para tener en cuenta. Primero, por supuesto, que la compañía inspire algo más que un arrebato.Dos tips importantísimos: no al alcohol, sí al lubricante. Las bebidas espirituosas no son las mejores aliadas para una noche que exige resistencia física. El alcohol entonces sale y entra el lubricante. Lubricante hace falta, sobre todo si la maratón viene con preservativo. Hay que mantenerse humectados.
El dato entre los datos para que la cuerda no se acabe, fundamentalmente para los hombres, es no tener un orgasmo. Arriba sí, pero que no se derrame. Porque entonces, entre el cansancio (que por falta de entrenamiento puede empezar a los 20 minutos de acción) y el clímax, el cuerpo relaja y tiende a querer dormir.
Una fórmula interesante para no tener un orgasmo es enfocarse en darle placer al otro en lugar de ocuparse del placer propio. Epa. Esa es una idea. Si la maratón dura horas, puede haber mesetas, osea, momentos en los que el ritmo baje un poco, momentos de caricias y cositas y no tanto full contact. La maratón es el momento ideal para ponerse creativos: dejar la fórmula de lado y bucear a ver qué otras cosas se pueden hacer.
Investigar sobre algunas cuestiones puede ayudar. El Kamasutra no solamente es una colección de posturas, también es un texto muy educativo en lo referente a cuáles son las posiciones que más gustan a las mujeres y cuáles las que más excitan a los hombres. La espontaneidad no se arruina por tener en mente algunas ideas...
Fuente:ciudad
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