Acaríciame

Caricias en buenas dosis estimulan y aumentan los deseos de todo encuentro romántico. Guía práctica para conocer dónde debemos acariciar para aumentar las sensaciones en el otro.



En el sexo el ritual de los besos y caricias es la previa que más excita y nos mantiene ahí, encendidos. Se trata de una especie de danza armónica entre los amantes que más allá del momento del coito saben de la importancia de lo que lo precede.

Pero ¿sabemos dónde acariciar? ¿Cuáles son las caricias que darán más resultado para una mayor excitación?

Diferentes partes del cuerpo albergan centros energéticos que se estimulan mediante el tacto. Como si de una receta se tratara, a continuación te brindamos una guía para que tu amante disfrute del placer que le podés dar a través de tus manos.

En la cabeza
Movimientos circulares que pueden comenzar por al frente, con un suave recorrido con tus dedos desde la nariz, hasta el nacimiento del pelo, alternando ambas manos y también sobre el cuero cabelludo, donde existen grandes puntos de estimulación sexual. Son caricias que estimulan el centro energético que está detrás de la frente, lo que se llama el "tercero ojo". Es así como las tensiones se relajan y el estrés se va.

En la oreja
Es una zona altamente erógena y ultra sensible que una vez bien estimulada es capaz de hacernos llegar al orgasmo. Para hacerlo, cosquillas con la lengua o con el aliento no están nada mal. Sin embargo no a todos les gusta que se les acerquen demasiado al oído; si es éste el caso, mejor no insistir.

Masajes
Las caricias en forma de masajes que comienzan por los hombros y terminan hacia el final de la espalda, incluyendo las nalgas y zonas que más los inspiren, relajan y reavivan la sensibilidad de la piel. Se recomienda hacerlos después de la jornada laboral, cuando la persona se siente muy cansada. Ayudar en el trabajo de relajación también hace que se despierte el deseo.

Más masajes
Otra opción es hacer movimientos circulares hacia izquierda y derecha sobre las partes pélvicas y sobre los senos o pectorales, envolviéndolos en toda su extensión. Después, deslizar los dedos desde el pezón hasta el exterior del seno y frotarlo delicadamente variando la presión.

Para culminar de una forma más sensual, la boca puede ser de total ayuda. Este tipo de masaje es de gran estímulo porque tanto el pecho como el vientre son zonas muy sensibles. La piel alrededor de la clavícula es muy fina y receptiva de caricias mientras que el pecho, en ambos géneros, es una zona erógena secundaria, que una vez acariciada lleva su excitación hacia las zonas primarias: los órganos sexuales.

Siempre es bueno recordar que si están bien estimulados, las caricias en los senos pueden hacer llegar al orgasmo.

¿Te gusta acariciar y que te acaricien? ¿Cuál es tu parte más sensible para recibir una caricia? ¿Deja de interesarte la persona si no te estimula en un juego previo al acto sexual?
Fuente consultada: Enfemenino.com

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