¿Sabés por qué nos volvemos locos por ciertas personas y por otras no? A continuación, te lo contamos.
Es simple. La "química" entre dos se da o no.
Algunas veces, un primer beso o una mirada previa nos hacen dar cuenta de que existe algo en el otro que nos moviliza y lleva a querer más. A eso, justamente, lo llamamos piel o química.
Pero ¿a qué se debe que un contacto sexual -o un momento anterior a un encuentro- nos sacuda desde lo más visceral?
Una explicación científica lo aclara y las feromonas, sustancias que tienen parte importante en el hecho de que sintamos tanta atracción por ciertas personas, parecen ser las únicas culpables...
Ellas, inodoras pero perceptibles a través del olfato, son captadas por el órgano vomeronasal que se encuentra en el interior de la nariz y está conectado por terminaciones nerviosas al hipotálamo, que controla emociones tales como el miedo o la atracción sexual.
Es por eso que, a veces, el olor natural que nos llega de la piel del otro puede excitarnos tanto al punto de volvernos locos o todo lo contrario, causar rechazo.
Si bien la existencia del vomeronasal en los humanos todavía genera debate entre los científicos (antes se lo vinculaba solamente a ciertos animales), diferentes estudios aprobaron que cuanto más feromonas segrega uno, más deseos genera en el otro. Inconscientemente, además, la persona es percibida como más dominante.
Las feromonas -descubiertas en 1986- se concretan físicamente en un algo abstracto, mezcla de sudor, hormonas y el propio olor de la piel. Fueron presentadas por Winnifred Cutler, presidenta del Instituto Athena en Pennsylvania, quien afirmaba que estas sustancias influyen en las relaciones entre hombres y mujeres (también entre personas del mismo sexo) potenciando el deseo sexual y, en el caso de las chicas, haciéndolas más fértiles, con ciclos menstruales más regulares.
La doctora sintetizó y embotelló las feromonas en un laboratorio para comercializarlas como aditivo cosmético y, créase o no, son exitosas.
Al parecer, la seducción también se compra. Y viene en frasco chico.
¿Creés que existe la química entre dos? ¿Pensás que puede ser variable, incluso, con la misma persona?
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