Soy sola/o (otra vez)

Luego de una separación debemos volver a construirnos, retomar viejos hábitos y afrontar eternos fines de semana. Cuando la soledad vuelve a ser protagonista.


Soy sola
Volver a ser uno. El estilo de vida en pareja que se va con la persona que dejó nuestra casa. O al revés, a veces es uno quien da el portazo y se lleva consigo la sensación de "una gran nueva etapa está por comenzar".

Y así es, porque es momento de rediseñar el actual modo de vida de a dos para pasar a aprender a encontrarnos con nosotros mismos. Y por más que no haya sido uno quien tomó la decisión, para ambos en este sentido es igual: reformular nuestros próximos días y reactivar algunas cosas que creíamos haber dejado de lado para siempre.

Generalmente las primeras cosas que se sienten cuando esa persona ya no está en casa es una especie de desasosiego, desvelo y vacío... Es viernes y mientras todos están felices por la llegada del fin de semana, uno quiere vivir eternamente dentro de la jornada laboral, y ¿si un feriado se aproxima? ¡Help!

Ahí tendrá que aparecer la figura de amigos y familia que sostiene, apoya y acompaña este proceso doloroso como pocos, pero del cual - de a poco - se sale. Y como bien dice el cantautor uruguayo Jorge Drexler, cuando menos nos damos cuenta, la tristeza se va... ¡Se fue!

Y mientras no se va nada, es importante mimarnos mucho, darnos hasta el más mínimo gusto, aunque más no sea un chocolate en casa mientras vemos esa película que nos hará gastar varios pañuelos descartables. No importa, si es para descargar, perfecto. Eso sí, tampoco sirve revolcarnos en el dolor y que eso se haga parte de nuestra cotidianeidad por tiempo indefinido.

Hay personas que le toman un cierto "gustito" a ese momento y permanecen en un duelo eterno, recordando e idealizando todo lo hermoso vivido con quien ya no está a nuestro lado. Si esto sucede, si el tiempo pasa y seguimos ahí, aferradas a esa persona y disfrutando de llorarla cada vez que es posible, algo no está bien.

Si bien el tiempo en estos casos es algo interno, si pasa un largo período y no se notan avances en cuanto a despegar de esa figura que a esta altura ya forma parte del imaginario -con todo lo que cada uno agrega para su mayor conveniencia-, es aconsejable hacer una consulta a un terapeuta.

Pero, ¿cómo hacer para atravesar la soledad?, ese fantasmita tan abrumador que ahí nos espera del otro lado de la puerta cada noche y que tanto nos hará aprender, aunque en el presente no podamos verlo.

No necesariamente debemos conocer a una pareja para llenar el vacío interior, eso es sólo un manotazo de ahogado que sólo tapará un momento y que, a la larga, hará que volvamos a sentirnos nuevamente solos. Fortalecer nuestro interior y regenerar nuestra seguridad puede ser una opción más interesante.

Sin embargo, sentirse sola no es igual a estarlo, pero el sentimiento suele torturar a quien lo padece y si no se lo controla a tiempo, puede traer enfermedades, fobias o problemas en el trabajo o con el resto de las personas.

Es importante que quien atraviesa la sensación de soledad pueda hablarlo sin vergüenza a reconocerlo. Todos alguna vez pasamos por ese momento, y siempre hay alguien que puede ayudarnos a pasarlo lo mejor posible, por más que a la noche debamos volver a casa.

Pasado el tiempo de duelo, se sale nuevamente a flote y nos damos cuenta que la soledad es un estado que puede revertirse cuando uno lo desea. Y posiblemente, un sábado a la noche sola en casa deje de ser algo tan dramático, para convertirse en un plan más que interesante, que nos hará crecer, volver a descubrirnos y hasta sorprendernos de nosotras mismas.


¿De qué forma atravesás este momento? ¿Te cuesta disfrutar de la soledad? ¿Ensamblás relaciones o te tomás tu tiempo luego de una ruptura?

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